Hablemos de Flamenco

Gaceta Flamenca. Foro

29 julio 2007

XLVII Festival Internacional del Cante de las Minas




En estos dias en que la ciudad de La Unión va a celebrar del 2 al 11 de agosto su XLVII Festival Internacional del Cante de las Minas, no quiero dejar pasar algo tan importante sin que mi blog flamenco le dedique unas palabras de recuerdo, partiendo precisamente de eso: recuerdos y sentimientos. No podría hacerlo de otro modo, ya que físicamente no la conozco.

Son así:

"De niña, como a casi todas las niñas, me gustaban los cuentos de hadas; soñaba con las hadas, y quería de mayor ser hada.

Cuando fuí creciendo aprendí que la vida no era un cuento de hadas; que la vida era otra cosa. Que a veces era bella, a veces menos bella , y a veces nada bella.

Y seguí aprendiendo.

Entonces, en los pueblecitos de veraneo, los niños jugábamos en la calle. Un día cuándo se aproximaban las fiestas, todos comentábamos el regalo que pediríamos a nuestros padres el día de la feria. Y allí salieron muñecas, y cocinas, y balones y patines... y hubo dos niños, hermanitos, que pidieron "más pan". El pan de estos niños me ha acompañado toda la vida.

Y seguí aprendiendo.

Yo era una niña burguesa, pero tenía los ojos abiertos, y pronto me dí cuenta de que todos los niños no eran iguales; y el que todos los niños no fueran iguales dependía del trabajo de sus papás. Descubrí que había muchas clases de trabajos, y que éstos tampoco eran todos iguales; que lo mismo que la vida, unos eran más bellos, otros menos bellos, y otros nada bellos. Pero sobre todo había dos ante los que teníamos que arrodillarnos, eran la mar y la mina. Y me arrodillé ante ellos.

Al oír hablar de la mina es cuando aparece por primera vez La Unión. No fue en el colegio ante un mapa geográfico de la península.

Y seguí aprendiendo.

Antes de abandonar definitivamente el mundo de las hadas, mi madrina, todas las niñas teníamos nuestra hada madrina, me tocó con su varita mágica y me otorgó un dón como siempre hacían ellas. Era el dón de que conocería el flamenco, lo sentiría y lo amaría siempre. Y así fue. Y ésto también me ha acompañado toda la vida.

Y seguí aprendiendo.

En mi caminar por este mundo del flamenco se presentó ante mí por segunda vez La Unión y su minera. Fue al conocer los Cantes de Levante y profundizar en ellos.

Ahora La Unión vuelve con fuerza por tercera vez en un hecho significativo: su festival anual; y aparece como la Meca del Flamenco.

Han pasado muchos años, he seguido aprendiendo, y sé que si alguna vez voy a ella como fiel devota en peregrinación, constataré lo que aprendí de niña: que efectivamente la vida es a veces muy bella. Y también que al igual que entonces las hadas pueden otra vez venir a nosotros para de nuevo hacernos vivir su mágia. Y ésto también me acompañará el resto de mi vida."

Vayan mis sentimientos para La Unión con el deseo de que su Festival triunfe un año más.

(Fotografia de Rufo Martinez .- Catedral del Cante)



0 comentarios:

Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio